El tema de los Chargers alguna vez será estudiado como efecto paranormal. No es normal que nunca encajen todas las fichas. Cuando una temporada funciona algo a las mil maravillas, vemos como un año más tarde deja de funcionar y se arregla lo que anteriormente era un desastre. Hace un par de años se vio con Ladainian Tomlinson. Los Chargers tenían al mejor RB de la liga de largo, pero necesitaban que un QB diera un paso al frente y pudiera complementar al fantástico corredor. El QB apareció de la mano de Phillips Rivers, pero fue Tomlinson el que dejó de jugar al nivel que se le acostumbraba.
Pues bien, este año está sucediendo algo parecido y me está empezando a preocupar. El año pasado se criticó de forma injustificada –desde mi punto de vista– a Ryan Mathews, y parecía que era lo único que nos faltaba para dar ese pasito adelante. Este año Mathews se está saliendo, aunque sus estadísticas no lo corroboren –como en los partidos vamos 14 puntos por debajo nos obligamos a dejar de lado la carrera– y el problema se está focalizando en el que hasta día de hoy era nuestro mejor jugador de largo: Phillip Rivers.
No quiero ser alarmista, ni pecar de ventajista, pero me gustaría que de una vez por todas Rivers demuestre lo que llevo diciendo desde hace mucho tiempo: que es un grande. Desafortunadamente para los Bolts, ayer nuestro líder no lo fue.
Brady es el mejor
No hace falta preguntarse por qué pienso que Rivers ayer no jugó como nos acostumbra y como pensábamos que iba a jugar. Sus dos intercepciones en momentos importantísimos machacaron a San Diego, y si a eso sumamos un par de pases completamente fuera del alcance de Gates, Jackson y compañía, el resultado es una derrota que escuece y mucho, sobretodo por la sensación de que no fuimos peores que New England.
Otra cosa es el tema Brady. Ayer el QB de Boston estuvo espectacular, eso es seguro, pero también voy a darle gran parte del mérito a Greg Manusky y Norv Turner. ¿Alguien entiende como después de una semana en la que se habla de que vamos a presionar a Brady a muerte para que nos esté cómodo, y de traer a un coordinador defensivo que, en teoría, era muy agrasivo, nuestra defensa se dedica a mandar a tres hombres a presionar a Brady y jugamos en cobertura zonal toda la primera parte? El resultado fue el que fue…una sangría por parte de Brady durante toda la primera parte. Ni un drive pudieron los hombres de Norv Turner parar a los Patriots. El resultado un 20-7 y gracias a que nosotros también movimos la pelota a las mil maravillas.
¿Cuál fue el problema?
Pues el de siempre cuando hablamos de San Diego. Movemos la pelota a las mil maravillas, pasamos bien y corremos mejor gracias un fabuloso Ryan Mathews, pero nos cagamos. Sí, perdón por la expresión, pero nos cagamos. Nos puede la presión, desde a los jugadores hasta a los entrenadores.
Las intercepciones de Rivers, las achaco a la presión del partido, porque si no, no entiendo como un Quarterback que es una maravilla en el 90% de los partidos, lanza el pase a Tolbert con 17-7 que supuso la intercepción de Wilfork y el posterior fiel-goal para acabar la primera parte.
A ello hay que sumar un fumble de Tolbert imperdonable. Pero no hay que criticar a Tolbert. El error imperdonable lo comete Norv Turner por no hacer lo que debe hacer todo entrenador: entrenar y corregir errores. Tolbert llevaba un partido horrible, sin ninguna carrera importante y en donde, previamente a ese fumble, ya había cometido el mismo error previamente de volver sobre sus pases en una carrera interior. El resultado de la segunda marcha atrás de nuestro querido Mike, fue un fumble súper doloroso cuando habíamos parado a Brady durante todo el tercer cuarto del partido y en el que el resultado era un 20-14 a favor de los Patriots pero con los Chargers oliendo ya la red zone. A partir de ahí Brady se puso las pilas y acabó con el partido.
Derrota dura, pero conclusiones positivas
Todos los aficionados de los Chargers estamos dolidos con este resultado, pero no por que nos hayan machacado, sino porque tenemos la sensación de que la victoria era posible. En Boston vieron como los Chargers en este 2011 tienen un auténtico equipazo.
La defensa –mal ayer durante casi todo el partido– tuvo un tercer cuarto impresionante y mantuvo a los Chargers durante buena parte de la segunda parte y el ataque es espectacular. Vincent Jackson es un auténtico animal que puede con casi todos los CB de la liga en unos vs uno, Mathews va a ser la revelación de los Chargers esta temporada y Rivers, a pesar de su mal partido, sé que es un fantástico QB con potencial para ser uno de los grandes. Por ello creo que a largo plazo estos Chargers pueden hacer algo grande esta temporada.
Por otra parte quedan siete días para uno de los partidos más importantes para los Bolts esta temporada. Recibimos en casa a unos Chiefs que están KO y a los que podemos poner el último clavo del ataúd de la temporada 2011, mientras que si perdiéramos les daríamos vida y volveríamos a sembrar de sensaciones negativas un equipo que tienen talento para hacer algo importante este año.
Por cierto y para terminar…cuidadín con los Raiders que tienen muy buena pinta, así que mejor no nos descuidemos.
Lo peor: Intercepciones, fumbles, falta de ambición en la defensa y no haber dado más carreras a Mathews.
Lo mejor: Vincent Jackson y Ryan Mathews. Impresionante el WR que consiguió su record histórico de yardas y dos TD.
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